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El rol fundamental del abogado penalista en su defensa legal

No haga nada. Lea simplemente estas indicaciones, interiorícelas. Son los consejos de un abogado penalista. Son las recomendaciones que van a hacer que Usted tenga mayor probabilidad de conseguir un éxito en Sala o le van a abocar a la dureza de la Ley. No necesito saber el delito que ha cometido y Usted no tiene que argumentar sobre su inocencia o participación, tan solo debe ser disciplinado y aplicar vehementemente estos principios.

Si le han llamado para acudir a un cuartel, comisaría o unidad de investigación, después de haber ocurrido algún “incidente” en el que usted sabe que puede resultar implicado, NO VAYA SIN ABOGADO. Los policías y Guardias Civiles son profesionales cualificados que conocen a la perfección la investigación criminal y tienen un trato ciudadano ejemplar. Le darán confianza, le explicarán brevemente para que se encuentra Usted allí o por qué tiene Usted que acudir (para evitar una consecuencia) y cuando Usted esté ante el funcionario, hablará más de lo que debiera. No tengo ninguna duda de que lo hará.

Por ese motivo no acuda sin un abogado. Se puede dar la circunstancia de que le hagan unas preguntas, de rigor, fáciles, sutilmente inconcretas y Usted las responda, de buena fé, y queden plasmadas en un papel al que le ofrecerán la posibilidad de firma y luego no le darán copia. Usted ha manifestado algo sobre lo que no tiene el control y actuando en calidad de… ¿de qué? ¿Me lo puede decir? Si le hubiesen investigado, el abogado sería llamado (de oficio, designado), pero si nadie ha llamado al abogado, Usted no ha declarado como testigo porque no ha sido testigo de nada y no es quien ha presentado la denuncia, ¿qué ha manifestado y bajo qué figura?


Se ofrece a hacerse unas fotografías, nada serio, no se opone, ¿verdad? Oponerse, a sus ojos, es declararse culpable, por cuanto colabora en todo. Colabora en recopilar evidencias contra Usted. Evidencias que no vamos a tener acceso a ellas hasta que el abogado se persone en los juzgados y obtenga una copia. Tarde.


Ante cualquier agente de la Ley u operador jurídico, Usted va a ir acompañado de un abogado. Elija bien: no son numerosos los abogados que se dedican a revertir desde la detención hasta la última recogida de evidencias desde el mismo momento de la causación de los hechos. Si algo no ha seguido el protocolo adecuado, con nosotros tendrá la convicción de que será puesto sobre la mesa de la Instrucción tan pronto se detecte.


Ahora, lo más difícil. Si usted ha participado en un hecho delictivo, sea cauteloso. Recuerde que las evidencias digitales se pueden conseguir incluso cuando uno ha borrado las conversaciones, las fotografías, los videos, los comentarios de redes sociales. Si tiene dudas, concretas, sobre el posible tipo penal en el que se ha visto inmerso, repercusiones, prisión: llama Usted al abogado penalista y el abogado se lo resuelve. Descarte empezar a buscar en Google lo que crea que le va a ayudar a encontrar una solución, desde “Cómo escondo un kilo de droga” hasta “Cómo quitar la sangre”, todo va a quedar como un indicio más si en algún momento intervienen su ordenador, o su terminal móvil.

Si remite algo a un tercero y luego tiene la prudencia de borrarlo, sólo se ha asegurado de que otra persona tiene acceso a ello. Sea, repito, cauteloso. Todo lo que debe hacer, cuando ha cometido un hecho que revista gravedad y sobre el que le pueden llegar a enjuiciar, es llamar a un abogado penalista. Llámenos. Bajo la confidencialidad está Usted amparado a preguntar y resolver cuantas dudas tenga, pero, por su propio beneficio, no crea que es una situación que puede manejar con su argucia y su alta capacidad de gestión de un conflicto. Los policías judiciales tienen todos los días a personas infalibles sentados en la oficina declarando y apoyando las yemas de los dedos en el escáner de reseñas. Los Jueces tienen una media de diez casos diarios donde personas que se consideraban infalibles resulta que no lo eran bajo la luz de las pruebas que se aportan.


Usted nos llama, un abogado penalista que se desplaza a cualquier parte del territorio nacional, y en lo que dura una simple llamada, estará Usted preparado para no convertirse en su peor enemigo jurídico. Le pediría que, una vez que ha llegado hasta esta oración, relea de nuevo el artículo. Así marcará Usted la diferencia.

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