el beso de luis rubiales

El beso de Luis Rubiales en el Mundial: análisis detallado

Una sola acción puede ser analizada desde múltiples perspectivas. Cuando la acción se ha retransmitido a través de cadenas de televisión en directo y medios de comunicación en diferido, el análisis puede ser más minucioso. Si a la acción le suceden una serie de entrevistas cuasi simultáneas, comunicados, mensajes en redes sociales y explicaciones, mutatis mutandi, durante días, se amplifica el análisis de la acción con nueva información, que la fija en un contexto, un tiempo y una motivación, reflejando incluso el estado psico-emocional de los partícipes. Si uno se despacha luego, ante una retransmisión en directo con la cobertura de un mensaje de S.M. el Rey, con argumentos dispares, controvertidos y reprochables, la defensa de la causa está a los pies de los caballos.

Cállese -le diría a mi cliente. Cállese de una vez por todas y deje que la estrategia de comunicación (que se denomina estrategia por medir el alcance del objetivo a conseguir y las posibles respuestas) quede en manos de profesionales.

Máxime cuando un asunto puede trashumar, como un rebaño de ovejas merinas, de la opinión pública, a la administrativa, a la civil y a la penal.
Y, no dude nadie que así será, que cada palabra dicha es palabra empeñada.

Si estuviera en la acusación, cada palabra exabruptada por el individuo en cuestión sería transcrita, certificada ante notario con expresión del medio de difusión y aportada como línea que escenifica la acción y su motivación.

El que cree que se sabe defender mejor de lo que lo haría un profesional del Derecho, es el mismo que se ha sujetado los genitales en el palco de autoridades junto a su A.R. Infanta Sofía (menor de edad) y S.M. la Reina (y cinco millones seiscientos mil espectadores) y luego ha provocado un aluvión de comentarios por una acción (La Acción) que intenta traducir de su lenguaje al del resto, para que se avenga el «opinante» a su punto de vista, caray, por empatía (estrategia de cuñadismo).

Al menos tenemos un ejemplo completo de estudio, de principio a fin, de por qué se modificó una Ley (sólo sí es sí), porque era necesaria y porque el argumentario de los 117 (aprox) violadores excarcelados y 1155 (ídem) rebajados de pena va a quedar relegado en detrimento de lo eficaz que es ante este caso (1) tan mediático.

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