20 Dic Análisis criminológico de los escritos del letrado: cuide sus palabras, perjudica a su cliente
Dinámicas jurídicas y psicológicas en procesos Legales: un estudio de caso por Fechenbach y Cabezos
La complejidad inherente a los procesos legales a menudo se ve agravada por una serie de dinámicas, tanto jurídicas como psicológicas, que pueden influir en la resolución de los casos. En esta colaboración entre el Profesor David Fechenbach Marcos, abogado procesalista con vasta experiencia en asuntos de alta complejidad, y el Psicólogo Forense y Criminólogo Clínico Ángel J. Cabezos, experto en la detección de errores procesales por sesgos cognitivos de los operadores jurídicos, exploramos un caso que ejemplifica esta complejidad y su análisis criminológico.
David Fechenbcah nos señala un proceso que se desarrolla en el ámbito de los juzgados de familia, en una relación conflictiva interparental con menores, judicializada desde el inicio de la separación: “Es imprescindible, cuando se representan los intereses de un cliente, obedecer las normas de respeto, concreción y formalidad propias de la profesión. La abogacía no es un recurso para, bajo el amparo del “estricto término de defensa” verter toda la agresividad y rabia que el profesional siente o que la parte contratante transmite”.
En un ejercicio práctico, David Fechenbach analiza un proceso de Jurisdicción Voluntaria donde el progenitor no custodio solicita la designación de un Servicio de Coordinación Parental ante la imposibilidad de desarrollar las medidas judiciales sin conflictividad, en aras de evitar los perjuicios de la hija menor de la pareja, que acusa los efectos de los litigios interparentales.
Para ello se establece una lista de expresiones contenidas en el escrito de contestación que resultan contrarias al objeto del propio escrito: Manifiesta la oposición al Servicio de Coordinación Parental por ausencia de conflicto usando unas expresiones que reafirma la presencia del conflicto.
Ángel J. Cabezos es rotundo al afirmar que se pueden perfilar rasgos de personalidad a través de la escritura, no solo la forma de argumentar, sino el tono empleado analizando el contexto, y si el redactor del escrito tiene capacidades negociadoras, apertura mental, adaptación, o por el contrario su tendencia al acuerdo se verá cercenada antes incluso de sentarse a la mesa.
De esta manera, Fechenbcah y Cabezos extraen la información y analizan qué puede significar (desde el punto de vista jurídico y psicológico):
Postura agresiva o beligerante en el texto:
1) «sin sonrojo alguno»
2) «pretende hacer creer al juzgador»
3) «dedica con ahínco e implicación sobresaliente a torpedear»
4) «importándole muy poco la trascendencia de su comportamiento»
5) «inexplicable»
6) «rara vez puede ejercer su derecho a comunicarse»
7) «oponiendo excusas constantes»
8) «tan obtuso es el entender de la normalidad y de la lógica»
9) «auténtica lucha para hacerle entender lo que es de aplastante lógica»
10) «dejación palmaria de las obligaciones de un padre»
11) «es algo completamente surrealista»
12) «siempre sumamente desafiante hacia Doña»
13) «actitud de un padre, que no lleva a su hijo a las clases»
14) «conducta extremadamente problemática»
15) «ha sido creada por él mismo de forma unilateral»
16) «quien ha promovido este expediente»
17) «resultaría completamente injusto que Doña viniese obligada»
18) «surge una elevación de la conflictividad entre las partes culpabilizando»
19) «torpedear, día tras día e incansablemente»
20) «no presenta el más mínimo reparo en achacar un elevado índice de conflictividad»
21) «genera el problema y acto seguido nos quiere hacer creer que busca la solución»
22) «lucha para hacerle entender lo que es de aplastante lógica y un estrés continuado»
23) «con una frialdad pasmosa de todo lo relativo a su hijo»
24) «pretende el actor es plantearnos una situación de conflicto»
25) «generando el problema que está planteando en su solicitud»
En Fechenbach Asociados, indica su Titular, tenemos claro que en una estrategia de contestación a una demanda judicial, el uso de expresiones agresivas y beligerantes puede tener varios efectos negativos:
1. Desprestigio ante el tribunal: Utilizar un tono agresivo puede dañar la credibilidad y la imagen de la parte que presenta la contestación. Los tribunales suelen valorar la serenidad, la objetividad y el respeto en la presentación de argumentos legales.
2. Afecta la percepción sobre la parte que contesta: Una actitud confrontativa puede influir en cómo el tribunal percibe a la parte que responde. Podría interpretarse como falta de disposición para resolver el conflicto de manera amigable y cooperativa.
3. Dificulta la resolución del caso: El uso de un lenguaje agresivo puede generar más hostilidad entre las partes, lo que complica la posibilidad de llegar a un acuerdo o solución conciliatoria.
En cambio, una estrategia más efectiva podría ser presentar argumentos claros, basados en hechos y fundamentos legales sólidos, manteniendo un tono respetuoso y objetivo. Esto aumentaría las posibilidades de que el tribunal considere favorablemente la posición de la parte que contesta a la demanda judicial.
Por su parte el psicólogo forense Ángel J. Cabezos, analiza pormenorizadamente las implicaciones que el uso de ese tipo de lenguaje en los escritos forenses puede suponer:
1. Tendencia hacia la confrontación: Un abogado que emplea un tono agresivo podría mostrar una tendencia innata hacia la confrontación y la adversidad. Esta actitud puede ser indicativa de una personalidad dominante, orientada a la defensa enérgica de sus argumentos, pero también puede revelar una dificultad para abordar los conflictos de manera más conciliadora.
2. Falta de control emocional: La utilización de un lenguaje agresivo puede denotar una dificultad para manejar las emociones, especialmente en situaciones de alta tensión como un litigio judicial. Esto podría sugerir una incapacidad para separar las emociones personales de la situación legal, lo que afecta la objetividad y la capacidad para presentar argumentos de manera neutral.
3. Perspectiva competitiva: Un letrado que recurre a expresiones beligerantes puede mostrar una perspectiva altamente competitiva, centrada en ganar a toda costa. Esto puede ser indicativo de una personalidad orientada al logro y al éxito, pero puede obstaculizar la disposición para considerar soluciones conciliadoras que beneficien a ambas partes.
4. Resistencia al cambio de estrategia: La preferencia por un enfoque agresivo puede indicar una resistencia a modificar la estrategia legal. Esto sugiere una tendencia a mantenerse firme en sus argumentos y acciones, incluso cuando una estrategia más colaborativa podría ser más efectiva para la resolución del caso.
Es crucial reconocer que, si bien un abogado ejerce su labor de manera personal, plasmando sus ideas y estrategias en los escritos legales, siempre está en juego la defensa de los intereses de terceras personas. Como apunta David Fechenbach, esta responsabilidad implica considerar el impacto que pueden tener nuestras acciones y palabras en aquellos a quienes representamos. En el contexto de disputas paternofiliales e interparentales judicializadas, menciona el psicólogo Ángel J. Cabezos, la forma en que se expresan los argumentos puede influir directamente en las partes en conflicto. Las palabras y tonos despectivos no solo afectan el ambiente legal, sino que también pueden encallar y enconar relaciones familiares desde el mismo momento de la demanda de separación. Las partes, al leer los escritos presentados, no siempre logran distinguir lo que es la postura del abogado y lo que representa la posición real del progenitor involucrado, lo cual puede añadir complejidad y agravar la situación conflictiva.
En Fechenbach Asociados reflexionamos sobre lo que supone ser abogados, día a día, para entregar un trabajo transparente, empático y ajustado a la compleja realidad de los clientes.
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