
14 Dic La responsabilidad de los padres por los daños causados por sus hijos
Responsabilidad parental: culpa in vigilando y culpa in educando según el Artículo 1903 del Código Civil
Los padres son responsables de los daños que provoquen las acciones de los hijos bajo su guarda, lo que implica la «responsabilidad de los padres por los daños causados por sus hijos«. Este precepto se fundamenta en dos conceptos fundamentales: la falta de vigilancia (culpa in vigilando) y la deficiente educación (culpa in educando), contemplados en el artículo 1903, párrafo 2.º del Código Civil.
La presunción de culpa recae sobre los progenitores, quienes deben demostrar haber ejercido la diligencia propia de un bonus pater familias (estándar de cuidado o diligencia que se espera de un individuo, equiparando su conducta a la de un padre de familia responsable y prudente) para eximirse de responsabilidad. Esta forma de responsabilidad se ajusta a lo que se conoce como «responsabilidad subjetiva objetivada«. En términos legales, este concepto implica que la responsabilidad está vinculada a la intención o conocimiento individual. Además, también se consideran circunstancias externas o contextuales que pueden influir en esa responsabilidad.
Aunque se presume la culpa de los padres en este contexto, tienen la posibilidad de exonerarse de responsabilidad. Esto se logra demostrando que ejercieron el cuidado y la diligencia adecuados para prevenir el daño causado por sus hijos.
En el caso de demostrarse la ausencia de culpa, surge la necesidad de evaluar el discernimiento del menor involucrado. En este punto, se distingue si el menor tenía o no suficiente discernimiento al momento del hecho dañoso. Si se constata que el menor poseía el discernimiento adecuado, el acto dañoso será imputable a él y responderá con su patrimonio. Por el contrario, si se determina que el menor no tenía el suficiente discernimiento, no será responsable por el daño causado.
Probar el discernimiento del menor en situaciones legales implica un análisis multidisciplinario que considera diversos aspectos. El objetivo es determinar si el menor tenía la capacidad cognitiva y emocional necesaria para comprender la ilicitud de sus acciones al momento de cometer un acto dañoso. Para establecer este discernimiento, se pueden considerar varios elementos:
1) Evaluación psicológica y psiquiátrica: Profesionales especializados pueden realizar evaluaciones psicológicas y psiquiátricas del menor. Estas pruebas pueden abarcar pruebas de inteligencia, madurez emocional, desarrollo cognitivo y capacidad para comprender las consecuencias de sus actos.
2) Informe socio-familiar: Se puede analizar el entorno social y familiar del menor. Este informe puede incluir aspectos como la educación recibida, las relaciones familiares, el ambiente en el hogar, antecedentes de comportamiento y otros factores que puedan influir en la capacidad de comprensión del menor.
3) Peritajes y testimonios: La opinión de peritos y profesionales especializados puede ser crucial. Psicólogos, psiquiatras o trabajadores sociales pueden ofrecer testimonios basados en sus evaluaciones y experiencias con el menor. Estos peritajes pueden aportar luz sobre la madurez y la capacidad de comprensión del menor en relación con el hecho en cuestión.
4) Análisis del entorno del hecho: La situación específica en la que ocurrió el acto dañoso también es relevante. Se puede estudiar si existían influencias externas, presiones o condiciones particulares que pudieron afectar el discernimiento del menor en ese momento específico.
5) Examen de documentación: Cualquier documentación médica, psicológica, educativa o cualquier otro informe es importante. Estos pueden respaldar el estado mental y emocional del menor en el momento del acto dañoso y ser utilizados para el análisis del discernimiento.
Ante circunstancias en las que los hijos menores han ocasionado perjuicios o daños a terceros y estos reclaman compensación, lo que se conoce como «responsabilidad de los padres por los daños causados por sus hijos«, es crucial buscar asesoramiento legal especializado para abordar eficazmente la situación. En este sentido, contactar a Fechenbach Asociados representa una opción fundamental para la resolución adecuada y profesional de estos conflictos. Su equipo de expertos en derecho ofrece la asistencia necesaria, orientación legal y soluciones adaptadas a cada situación específica, facilitando un camino claro hacia la resolución y protección de los derechos e intereses involucrados.
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